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judithm1987

LA APOLOGÍA DE SÓCRATES

INTRODUCCION



El severo e intenso comienzo de la Apología de Sócrates es una de los textos en los que con mayor claridad se muestra la personalidad y el genio de Platón, uno de los padres del pensamiento occidental. En este diálogo, Platón refirió la defensa que su maestro realizó de sí mismo cuando fue juzgado por las autoridades atenienses

Aunque fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba su actitud hacia el Estado ateniense y la religión establecida. En el 399 a.C. fue acusado de despreciar a los dioses del Estado.
También fue acusado de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia.



OBJETIVO GENERAL




Interpretar críticamente la manera en que expone Platón, la defensa a la que se sometió su maestro Sócrates al ser juzgado por las autoridades atenienses acusándolo de corromper a la juventud, de no creer en los dioses en los que creía la ciudad y de pretender sustituirlos por otras nuevas divinidades.




Sócrates


Sócrates (470-399 a.C.) vivió en la antigua Grecia, y fue condenado a morir porque los gobernantes consideraron que sus ideas no eran convenientes para la juventud. Pero lo importante no es solo lo que decía, sino cómo lo decía: haciendo preguntas a sus discípulos, para que ellos descubrieran la verdad con su propia reflexión. Eso no gustó a las autoridades, que lo condenaron a beber cicuta, un potente veneno. Pudo escapar unos días antes de la fecha de ejecución, pero rechazó hacerlo para no quebrantar la ley.



Defensa de Sócrates

Sócrates comienza su defensa explicándole a los atenienses cuales son las acusaciones en su contra y quienes son sus acusadores denominándolos a éstos como los viejos acusadores y los nuevos acusadores.

Con poco tiempo para poder defenderse promete arrancar de ellos todas las calumnias de que lo acusan siempre acordándose de Dios y de la ley.

Acusaciones de los primeros acusadores:

Se culpa a Sócrates de indebidas averiguaciones que ocurren en la tierra y en los cielos, por hacer triunfar las malas acciones y por enseñar a otros hacer lo que él hace.
Él se defiende preguntando a la gente y poniendo de testigo a ellos mismo con quienes platicaba algunas veces si cierta vez lo escucharon hablar de dichas cosas de las que lo acusaban. Explica a los atenienses que la fama que tiene viene de la sabiduría que posee y que tal sabiduría es propia del hombre aunque no todos logren el propósito con ella ya que habían hombres que creían saber mucho y no sabían nada y en este sentido él se considera mas sabios que ellos ya que él no cree saber lo que no sabe y en cambio otros si, ya que el los puso a prueba y en lugar de ganar gracia con ellos les resultó antipático.
El resultado de esta investigación fue que quienes gozaban de mayor fama de sabios se exhibieron y otros de menor renombre gozaban de mayor inteligencia, puso a prueba a los mismos poetas preguntándoles que querían decir con sus versos y ni ellos mismos sabían así que llego a la conclusión que esa no era sabiduría si no inspiración, visito a los artesanos y se encontró con que los artesanos sabían lo que él ignoraba pero caían en el defecto de los poetas; creer ser conocedor de lo mas elevado y difícil.
Como resultado de su investigación nacieron muchos enemigos y calumnias de ser sabio por querer demostrar a otros que no tienen ciencia y como conclusión de esta investigación les demuestra a todos que solamente Dios es sabio.

Corrupción en los jóvenes:

A Sócrates lo seguían muchos jóvenes y lo imitaban en cuanto a las investigaciones que el hacían con los supuestos sabios que tenían los atenienses pero esto también ocasionó culpabilidad para Sócrates ya que cuando estos jóvenes probaban a la gente y ellos no sabían que contestar se enojaban con Sócrates y lo acusaban de corromper a los jóvenes cuando realmente lo que no querían era reconocer la verdad que eran totalmente ignorantes por pretender saber cuando no sabían nada.

Esta es la defensa que hizo Sócrates ante el pueblo con los cargos de sus primeros acusadores. Dando a entender con esto que lo único que había hecho era descubrir la ignorancia en la que vivían los supuestos sabios y como pretendían mantener sumisa ala gente haciéndoles creer que mucho sabían cuando en realidad no sabían nada y personas de menor renombre sabían más.
Realmente él no era más sabio que los demás si no en cambio él en comparación con la sabiduría no sabía nada, dando con este ejemplo la mejor de todas las lecciones: EL UNICO SABIO ES DIOS.



Acusaciones de los segundos acusadores:

Se acusa a Sócrates de pervertir a los jóvenes, de no creer en los dioses en los que cree la ciudad y de pretender sustituirlos por otras nuevas divinidades.

En esta nueva acusación Sócrates mantiene una discusión con Méleto quien es el personaje que lo acusa, en esta discusión Sócrates le hace ver si existe una persona que quiera educar mejor los jóvenes y éste le contesta que cualquier persona esta capacitada para educar a la juventud menos él o sea Sócrates.
Mientras Sócrates se defiende demostrando que a Méleto no le interesa en lo absoluto la educación de la juventud les pone el ejemplo de adiestramiento de caballos que no todos poseen tal habilidad y lo mismo sucede con la educación, la habilidad de educar no es publica o común. Y es mejor que las cosas las hagan quienes están preparados para ello.

Sócrates esta plenamente convencido de la misión que tiene él con la juventud y trata de convencer a los demás que el mal se causa involuntariamente y no de forma voluntaria por lo tanto si el supiera que le esta haciendo daño a la juventud hubiese enmendado su error, por tanto le discute a Méleto que por errores involuntarios la ley no pide comparecer ente los jueces.


Según Méleto la manera como Sócrates pervierte a los jóvenes es enseñándoles que no hay dioses de manera que para él Sócrates es ateo y de esta manera se contradice ya que primero lo acusa de creer en otros dioses y ahora de no creer en nada.
Sócrates admite que él cree y enseña que existen dioses, por que no es ateo pero que estos dioses no son los mismos en los que cree la ciudad si no que son otros.
También admite que reconoce la existencia de las divinidades y desde luego éstas deben venir de los dioses entonces como no creer en los dioses.
Concluye Sócrates diciendo a la ciudad que si realmente esta pervirtiendo a los jóvenes nadie mejor que ellos para acusarlo y pedir castigo para él.

La Misión de Sócrates

Sócrates no esta dispuesto a desobedecer a Dios aunque esto le lleve a la muerte ya que su misión o la encomendada por Dios es la de servirlo a EL y a los demás y expone sus razones que están fundadas en su conducta moral y en los principios de Dios y tales razones son:

 La Justicia de las personas y la manera de hacer el bien en lo que se pueda o las circunstancias se lo permitan sin importar a quien se le ayuda.

 La Responsabilidad con la que deben tomarse las cosas y la obediencia hacia esas cosas y demuestra esta conducta con las ordenes que le dieron sus jefes en Potidea y en las batallas de Anfipolis y de Delion, de la misma manera enfatiza en las ordenes que le ha dado Dios y la valentía para no retirarse por miedo a la muerte u otro motivo.

 La Valentía: simple y sencillamente Sócrates no piensa desobedecer a Dios por temor a la muerte ya que su misión divina no la emplea para su beneficio personal si no al contrario para el bien de cada alma.

Sócrates podía perfectamente defenderse en el aspecto sentimental al poner a sus hijos y conocidos a pedir que lo absolvieran como otros lo hacían, pero siempre él dejando su conducta moral muy en alto prefirió no hacerlo no por altanería ni por desprecio a la muerte si no por tres razones:
 Resguardar su propio honor.
 Por el honor de la ciudad y de ellos mismos.
 Por respeto a las autoridades.

La segunda parte del juicio: La sentencia de Muerte

A Sócrates no le sorprendió la sentencia de muerte pues era ya algo anunciado lo sorprendente fue la diferencia de votos o mejor dicho los votos a su favor algo que por lo visto no lo esperaba.
En aquellos tiempos la ley en Atenas permitía proponer el castigo así que Sócrates propuso lo siguiente:
La cárcel: pero sabiendo que no ha hecho mal prefiere la muerte a la cárcel-
El destierro: no podría vivir lejos de Atenas ya que ni en su tierra podían soportar sus exhortaciones y sus críticas cuanto menos en otra tierra. Igual sería desterrado muchas veces ya que es imposible que el se quede callado y no podría quedar en silencio ya que esto sería desobediencia a Dios.
Pagar una cantidad de dinero: no puede ser muy alta ya que él no posee mayor cantidad y esto lo obligaría a estar en la cárcel de por vida.
Sócrates les hace una petición a los jueces que no lo condenen a muerte ya que su avanzada edad es mayor condena y la muerte le llegará por si sola en su debido momento sin que ellos tuvieran que cargar con esa condena toda su vida.
Finalmente y valientemente termina aceptando su condena.

Final del Juicio

Sócrates esta convencido que lo condenaron por no haber escuchado aquellas cosas que agradarían a los jueces y no haberse lamentado y llorado, pero perfectamente claro esta que no estaban dentro de su carácter.
Piensa que es lo mejor que puede estar ocurriendo.
Advierte a los que ordenaron su muerte que después de esto tendrán un sufrimiento peor.
Para el final encomienda a sus hijos para que los eduquen y cuiden de sus almas antes que de cualquier otra cosa, examinándolos como en tiempos pasados lo hizo él con ellos.




CONCLUSION





En su Apología de Sócrates, Platón recogió lo esencial de la defensa que Sócrates hizo de sí mismo en su propio juicio, y que se basó en una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría.
Cuando, de acuerdo con la práctica legal de Atenas, donde se permitía elegir la sentencia de muerte Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte que le había sido impuesta (proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica), enojó tanto a los jueces que éste decidió repetir la votación, en la que la pena de muerte obtuvo esa vez una abultada mayoría.
Sus amigos planearon un plan de fuga, pero Sócrates prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus últimos días de vida con sus amigos y seguidores, y durante la noche cumplió su sentencia, bebiendo una copa de cicuta según el procedimiento habitual de ejecución.











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