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La Historia de Honduras

 

La Historia de Honduras

  

Honduras ha sido habitada por muchos pueblos aborígenes desde hace más de once mil años, el occidente fue habitado por los mayas, el oriente, la parte suroccidental fue habitada por los lencas, la parte norte por los tolupanes y el territorio noroccidental por los Pech, todos estos grupos sociales mantenían relaciones comerciales entre sí y con otras poblaciones tan distantes como México y Panamá. Cuando los conquistadores españoles llegaron en el siglo XVI comenzó una mezcla de culturas, posteriormente la independencia de centroamérica y la formación del estado de Honduras.

 

Período prehispánico o precolombino (hasta 1502)

Los primeros pobladores de la actual honduras han habitado el territorio hondureño desde hace más de once mil años, las cinco sociedades principales en el territorio de lo que es ahora Honduras son los mayas (y sus descendientes directos, los chortís), los pech, los tawahkas, los lencas, los tolupanes, tenían estrechas relaciones con el área mesoamericana.

 

Ruinas de Copán.

El sitio arqueológico conocido más antiguo de Honduras es la Cueva de Gigante en el departamento de La Paz. Fue descubierto por George Hasemann. La cueva tiene una larga secuencia de ocupación, desde 11.500 años antes de la era común y tiene buena preservación. Los arqueólogos han encontrado mazorcas de maíz domesticado en contextos precerámicos.

Aunque hay indicios por presencia de polen de maíz en columnas de los sedimentos en el lago de Yojoa cerca del 2400 a.C. que debe indicar que la gente ya vivían en pueblos, los primeros pueblos en Honduras con cerámica empiezan alrededor del 1600 a. C., en el valle de Copán (en Sepulturas), y cerca de San Pedro Sula en el sitio de Puerto Escondido, en Los Naranjos en el lago de Yojoa, y probablemente en Yarumela también. Un poco más tarde, la gente de la Cueva de Talgua, que se habitó alrededor del 1000 a. C.

La parte occidental de Honduras era parte de la civilización maya. En particular, las ruinas de Copán, cerca de la frontera con Guatemala, son muy impresionantes. Alrededor de Copán, por unas decenas de kilómetros, había otros sitios mayas, como El Paraíso y Río Amarillo, con inscripciones y esculturas mayas. La cultura maya prosperó entre el año 250 a.c. hasta el 1200 pero después del 892 se dejó de escribir.

La mayor parte de Honduras fue poblada por gente civilizada no maya. Es bien difícil saber quiénes fueron porque sus idiomas no fueron preservados en escritura como los Mayas pero deberían incluir a los antecedentes de los Lencas, los Torupanes, los Toqueguas, los Miskitos, los Payas, los Sumos, los Matagalpeños, y otros conocidos desde la temporada de la conquista española.

Se encuentra ruinas precolombinas por todo el país. Algunos sitios arqueológicos se cambiaron en parques y monumentos nacionales, como Currusté, Los Naranjos, Copán, Cerro Palenque, Cuevas de Talgua, pero la mayor parte de los sitios precolombinos están en terrenos privados. Todos pertenecen al patrimonio nacional y es prohibido dañarlos.

Además de los museos en Copán, hay museos con artefactos precolombinos en el Museo Nacional (de Tegucigalpa), en el Museo de Comayagua, y en el Museo de Antropología e Historia (de San Pedro Sula).

La llegada de Cristóbal Colón a la bahía de Trujillo en 1502 marca el fin de la época precolombina.

Período colonial (1502-1821)

Cristóbal Colón arribó al continente en Trujillo (Colón) en 1502. Lo llamó Honduras por lo profundo de la costa. El español Hernán Cortés llegó en 1524.

El periodo colonial La conquista de Honduras comenzó en 1524, año en que Hernán Cortés, conquistador de México, envió a Cristóbal de Olid para que iniciara el sometimiento de los indígenas hondureños, en su mayoría lenca, jicaque, payas y arawacos. La conquista se caracterizó además por las luchas entre los distintos centros de poder español localizados en México, Panamá y Santo Domingo. En cualquier caso, Honduras constituyó una provincia dependiente del virreinato de Nueva España.

Cortés llegó en 1525 para ocupar formalmente el territorio, pero el descubrimiento de oro convirtió a Honduras en un centro de intrigas y conflictos durante varios años. Alonso de Cáceres fundó la ciudad de Comayagua en 1537 y venció la resistencia heroica del caudillo indígena Lempira. El lugarteniente de Cortés en Guatemala, Pedro de Alvarado, venció a todos sus oponentes en 1539. Ese año Honduras fue incorporada a la Capitanía General de Guatemala. Comayagua fue la capital durante la mayor parte del periodo colonial, aunque el auge de la minería alrededor de Gracias le dio a esta población tal importancia que en 1543 se convirtió en la capital de la Audiencia de los Confines, creada por Carlos I y que abarcaba toda Centroamérica. Sin embargo, los depósitos de oro y plata fueron más limitados de lo que se creía y Honduras fue perdiendo su importancia inicial, por lo que la capital de la Audiencia fue restablecida en Guatemala. Honduras fue gobernada por esta Audiencia hasta 1552 y después pasó a depender de la Capitanía General de Guatemala.

La actividad minera en los alrededores de Tegucigalpa motivó que esta ciudad, cuya Alcaldía Mayor había sido creada en 1579, desafiara también la hegemonía de Comayagua, creando una rivalidad que aumentaría su intensidad después de la independencia. Sin embargo, y de forma general, la Honduras colonial fue una provincia muy poco poblada de la Capitanía General de Guatemala, con la mayoría de su población dedicada a la agricultura y a la ganadería de autoconsumo. A finales del periodo colonial, fue un importante proveedor de alimentos y ganado para las regiones de El Salvador y Guatemala.

Durante toda la época colonial, y debido a su situación estratégica, sufrió los ataques de corsarios y piratas británicos, franceses y holandeses. A finales del siglo XVII los ingleses se establecieron en Río Tinto y reivindicaron la costa septentrional de Centroamérica, la costa de los Mosquitos, que posteriormente entregarían a Nicaragua

 

 Siglo XVI

Fortaleza de San Fernando de Omoa: Construida por los españoles para defenderse de los piratas.

Algunas tribus locales siguieron luchando contra los invasores españoles hasta finales de los años 1530; un defensor nativo Lempira (líder de los Lenca) es ahora considerado un héroe nacional. Los españoles comenzaron a fundar establecimientos a lo largo de la costa y Honduras quedó bajo el control de la Capitanía General de Guatemala. Las ciudades de Comayagua y Tegucigalpa se desarrollaron como los primeros centros mineros.

La ventaja que le permitió a los españoles vencer fue su gran organización, las armas de fuego y el uso de esclavos africanos.

Después de la conquista, Honduras pasó a formar parte de la Capitanía General de Guatemala. En la ciudad de Gracias estuvo durante un tiempo la sede de la Real Audiencia.

Siglo XVII

A principio del siglo XVII la zona norte de Honduras fue invadida por holandeses, franceses e ingleses. Las islas de la bahía se convirtieron en la base de muchas agrupaciones de piratas que robaban a los barcos españoles.

Cristóbal Colón, el día 14 de agosto de 1502, durante su cuarto y último viaje al nuevo mundo, aterrizó por primera vez en el continente de América en el punto de la bahía de Trujillo. Fue allí que celebró la primera misa en las Américas. Después de quedarse impresionado por la belleza de la bahía, la laguna y las montañas, Colón siguió hacía el sur a lo largo de la costa caribeña de América Central en busca de una ruta hacia el oeste.

Cuando Cortés, el conquistador de los Aztecas, se había establecido en la Ciudad de México, mandó a Cristóbal de Olid a que fundara una ciudad en el área de Honduras. En el 1524 Olid aterrizó en un área al este de Puerto de los Caballos, a la cual llamó Triunfo de la Cruz. Sin embargo, en aquel entonces, Olid no tenía ninguna intención de ser el subordinado de Cortés de modo que procedió a explorar y ocupar el área para su propia conquista. Cuando Cortés se enteró de la intención de Olid, él formó una segunda fuerza armada bajo la dirección de un familiar por matrimonio, Francisco de las Casas. La nueva fuerza llegó a Triunfo de la Cruz, lo cual consternó mucho a Olid.

Después de que muchas de las fuerzas de las Casas se perdieron en una tempestad, y después de luchar contra otras fuerzas españolas que llegaron desde Nicaragua, y después de disputas entre ellos mismos, de las Casas logró controlar la población y los colonizadores aceptaron la autoridad de Cortés.

Ya que el puerto de Triunfo de la Cruz no era adecuado, se decidió restablecer el pueblo y llamarlo Trujillo. Para aquel entonces, las Casas tenía ganas de volver a Nueva España de modo que nombro a Juan López de Aguirre como su teniente y le otorgó el poder de efectuar la transferencia del pueblo a un sitio mas adecuado. Aguirre y la mitad de sus fuerzas viajaron por mar a la Bahía de Trujillo pero antes de que los demás llegaran por tierra, el tomó su barco y se fue sin jamás regresar. Los que llegaron por tierra fundaron el pueblo de Trujillo y en mayo del ano 1525, seleccionaron a un funcionario de justicia municipal llamado Medina. Así fue que se fundó el pueblo de Trujillo (The Conquest and Colonization of Honduras 1502-1550), Robert S Chamberlain, pp 12-15 (1966).

Mientras tanto Cortés empezaba a preocuparse sobre las peleas tomando lugar entres los Españoles mismos y decidió viajar por tierra por el área desconocida entre la Ciudad de México y Honduras. Eventualmente y después de un viaje casi heroico, Cortés llegó a Honduras y luego a Trujillo. Iba ayudando a que Trujillo y el resto del área mejor se estableciera. Mandó barcos a Cuba y Jamaica a buscar animales domésticos, plantas para cultivar y otras provisiones. Cortés se quedó en Trujillo bastante tiempo y mandó a sus subordinados a otras áreas para controlar los caciques (jefes de las poblaciones indígenas) para así lograr un nivel de estabilidad y seguridad en la ciudad.

En agosto de 1545, Pedraza volvió a la colonia que había ayudado a establecer como el primer obispo de Honduras-Higueres. El obispo se quedó en Trujillo hasta que se transfirió a Comayagua en el 1560 (The conquest and Colonization de Honduras 1502-1550), Robert S Chanberlain, pp 243-244, (1966).

Luego, como punto de envío de la plata y el oro minados en el interior, Trujillo, debido a su población esparza y aislamiento, se volvió un blanco favorito de los piratas. Aunque la fortaleza (de la cual una parte sigue en existencia en la orilla de la barranca de la ciudad) proporcionó algo de protección, no fue suficiente para defender a los ciudadanos de un ataque determinado lanzado desde el mar.

La fecha exacta de la construcción de la fortaleza sigue en cuestión. Hay evidencia de que en el 1550, el ingeniero militar Juan Bautista Antonelli, famoso por sus diseños de fortalezas, terminó un diseño para la construcción de una fortaleza en Trujillo. Otras fuentes indican que se construyó una fortaleza en Trujillo entre los años 1607-1629. Lo que sí es cierto es que una vez construida, la fortaleza enfrentó una serie de ataques por los piratas

Trujillo fue atacado por los Holandeses en el 1632, por los Francés en el 1633 and por los Ingleses en el 1672 y el 1689. El pueblo fue encendido por los Franceses en el 1622, por los Holandeses en el 1634 y por otros en 1787, 1794 y 1797. Proyecto de Restauración y Consolidación de Fortaleza de Santa Bárbara de Trujillo, Instituto Hondureño de Antropología e Historia, 1994. A finales del siglo XVII, Guanaja y especialmente Roatan se volvieron nidales predilectos de los piratas. En su libro, The Lost Fleet, el escritor Barry Clifford refiere a la convocación de piratas en Roatan en el año 1683 como “uno de los eventos extraordinarios en la historia de los piratas. Casi todos los piratas más temidos de la época allí estuvieron---entre ellos se encontraban el Chevalier de Grammont, Laurens de Graff, Nikkolaas Van Hoorn, Yankey Willems, Michiel Andrieszoon, Pierre Bot and Jean Foccard. Era una de las agrupaciones más grandes de piratas que jamás había y claramente muestra que los Españoles estaban en una situación difícil. Claro que era imposible maniobrar los envíos marítimos entre casi 1000 piratas localizadas a menos de 50 millas. El saqueo de Vera Cruz era la culminación de la convención de piratas en Roatan---no se necesitaba una flota tan grande de piratas para derribar el pueblo de Trujillo.

Hoy en día existe tan sólo aproximadamente 50% de la fortaleza original. Desde 1920 a 1959 se utilizaba la fortaleza como prisión. Hoy en día dispone de una vista maravillosa de la bahía y desde arriba, donde se encuentran los cañones, uno puede imaginarse la ansiedad que los residentes deben haberse sentido al ver en la distancia las velas de los barcos cuando entraban a la bahía.

Finalmente, el resultado de los ataques constantes forzó a los Españoles a abandonar el pueblo en el siglo XVIII. Hasta que los países centroamericanos lograron su independencia en los años 20 del siglo 19, el pueblo estaba casi abandonado. Sin embargo, en el siglo 19, Trujillo resurgió y una vez más prosperó. La evidencia del renacimiento económico se ve en los segundos pisos de los edificios en el distrito central de negocios los cuales se renovaron en el estilo francés colonial de la época. La apariencia mezclada del español con el francés brinda a Trujillo su propia distinción arquitectónica agradable.

Antes de que se cumpliera el siglo 19, sin embargo, otra capítulo más en su historia se tuvo que realizar. El último de los piratas/aventureros, William Walker, apareció en Trujillo. Después de lograr el control del gobierno en Nicaragua, e intentar hacer lo mismo en Costa Rica y Honduras, él fue capturado en Trujillo. allí lo colgaron y enterraron. Se puede visitar el lugar donde fue preso igual que su tumba.

Quizás a los visitantes les interesa saber que William Sydney Porter, mejor conocido como O. Henry, a principios del siglo pasó un tiempo en Trujillo igual que en las islas de la bahía. Nadie me ha indicado ninguno de los lugares donde quizás haya vivido pero si se lee su colección de cuentos en Cabbages y Kings, muchos toman lugar en una tierra tropical imaginaria llamado “Anchuria.” No sería difícil imaginar el grupo desorganizado de gringos conviviendo en el trópico, jugando billar y tomando trago en cantidad, mientras el calor y las brisas tropicales mandaban a los demás a sus hamacas ya que hoy en día es la misma historia. Quizás usted quiera conseguir una copia para traer cuando visite a Trujillo.

 Siglo XVIII

A fines del siglo XVIII Honduras (llamada Comayagua en esa época, por el nombre de la ciudad que era entonces su capital) fue erigida en Intendencia a fines del siglo XVIII, mediante la unificación de varios corregimientos y alcaldías mayores.

Liberalizar el comercio y sustituir el viejo monopolio de la metrópoli fue una tendencia de la economía impulsada por los Borbones. Ya no sólo Sevilla sino todos los puertos españoles entraron al comercio americano; se intensificó el comercio intercolonial y otras potencias, Francia en primer término, pero también Holanda e Inglaterra, fueron admitidas en mayor proporción al trasiego de productos con las provincias españolas. Aumentaron en importancia puertos americanos como Buenos Aires y Caracas.

Para la intendencia de Comayagua, sin embargo, sus asuntos económicos no recibieron suficiente apoyo por parte de las autoridades centrales.

Hasta fecha tan tardía como 1816 se resolvió a favor de Comayagua que los ingresos de las aduanas de los puertos de la costa hondureña, Trujillo y Omoa, fueran administrados por Honduras y no por Guatemala, que era, bajo protesta hondureña, la disposición que durante todo el tiempo anterior había prevalecido. Tanto Honduras como El Salvador, y las otras provincias, resintieron los privilegios otorgados al Consulado de Guatemala. El Consulado equivalía a lo que hoy llamaríamos la Cámara de Comercio de la capital; de suyo, durante toda la colonia el comercio había sido controlado por los empresarios guatemaltecos, y las reformas vinieron a darle una ratificación a ese predominio, con evidente disgusto en las otras provincias.

La teoría fisiócrática imperó entre los economistas del siglo XVIII. Según ésta, la principal riqueza a fomentar era la producción agrícola. No es de extrañar que los informes del momento en torno a la economía hondureña abunden en conclusiones negativas. Honduras se había distinguido por su producción minera y ganadera, no por su producción agrícola comercial, como existía en Guatemala y El Salvador alrededor de las plantas tintóreas. Debido a eso se impulsó en Honduras el cultivo del jiquilite, para la obtención de añil y producir tinturas, y de manera muy especial el cultivo del tabaco en los Llanos de Santa Rosa (Copan).

La Ilustración promulgó el culto a la razón pero las últimas décadas del siglo XVIII vieron acrecentarse la violencia. Se respiran aires militares. En Honduras se forman cuerpos de ejército como el Batallón de Olancho. Cuando las colonias norteamericanas se alzaron en rebeldía contra Inglaterra, las potencias enemigas de los ingleses —Francia y España— resolvieron ayudar a aquellos patriotas insurgentes. España creó acciones de hostigamiento en Florida para mantener ocupados a los ingleses. Otra acción importante tuvo lugar en Honduras: el Capitán General Matías de Gálvez decidió expulsar a los ingleses de Roatán. Se convocó un fuerte contingente armado, con soldados provenientes de Gracias, Comayagua, Tegucigalpa y Olancho; nunca se había visto en la comarca semejante esfuerzo bélico que, momentáneamente, fue exitoso, pues los ingleses fueron desalojados de Roatán y de los establecimientos comerciales que controlaban en la costa hondureña.

Las reformas borbónicas tuvieron éxito en impulsar la economía de las colonias, pero también causaron efectos políticos negativos para el dominio español. Los criollos sintieron que se acrecentaba su capacidad para desarrollar sus países de origen, al tiempo que aumentaba su indignación por la discriminación y la rigurosidad de que eran objeto por parte de las autoridades metropolitanas. Se intensificaron las disputas y competencias regionales, entre El Salvador y Comayagua con respecto a Guatemala. Las medidas no fueron siempre consecuentes: por ejemplo, la supresión y restablecimiento en Honduras de la Alcaldía Mayor, la liberalización del comercio y la ratificación de privilegios para el Consulado de Guatemala. Por último, el ciclo de guerras que hacia el final de siglo hace estragos en Europa disloca al comercio colonial y afecta una prosperidad que iba en aumento, obligando a los habitantes de este continente a preguntarse por la lógica de seguir bajo el dominio europeo. La sociedad hondureña en vísperas de la Independencia Conocer cuántos habitantes, de qué categoría, a qué se dedican y qué producen, o sea llevar una estadística depurada de la población fue, también, objetivo de las autoridades borbónicas.

El Obispo Fray Fernando de Cadiñanos, en 1791, y el Gobernador Intendente, Coronel Ramón Anguiano, en 1801, levantaron censos de la provincia. El análisis de estos documentos nos arroja una población total para Honduras, en vísperas de la Independencia, de entre 130 mil a 150 mil habitantes. De hecho, el número de pobladores prácticamente no había crecido durante el largo período colonial pero, cualitativamente, un nuevo tipo de sociedad se ha ido conformando. De este volumen demográfico: 4% son africanos 6% son blancos o españoles 30% son indígenas. 60% son mestizos.

Los africanos: Menos de 6000 personas. Ingresaron durante el siglo XVI como esclavos para componer caminos y trabajar en las minas. Pero su encarecimiento detuvo su compra regular en el siglo XVII. Los primeros en arribar quedaron absorbidos en el mestizaje. En el siglo XVIII tienen categoría de esclavos domésticos: cocineros, amas de llave, niñeras, caballerizos. Son frecuentes las manumisiones, de modo que en la cifra total hay que consignar un buen número de africanos libertos. A fines del siglo XVIII quedaron asentados en el censo los Garífunas, establecidos en el litoral costero luego que los ingleses desocuparon obligadamente Roatán. Los garífunas en realidad son mestizos de indios caribes antillanos y africanos esclavos huidos de sus dueños y acogidos entre la población indígena. Los blancos o españoles: Unas 8000 personas. Son los criollos o hijos de españoles nacidos en las colonias. En el siglo XVII aún se hace timbre de honor descender de los españoles-conquistadores. En el siglo XVIII la influencia francesa ha provocado el cambio de nombre y ya no se estila decir "las Indias"; el nuevo mundo se llama América y sus habitantes americanos. Los criollos enfatizan su condición de americanos.

Se trata, puesto que esta división es más social que propiamente étnica, del sector más pudiente de la sociedad: son los dueños de haciendas y los dueños de minas y además los que controlan las posiciones de poder en los ayuntamientos En los censos se consigna a algunos blancos pobres, familias criollas venidas a menos y que pronto seguían el camino del mestizaje. En el siglo XVIII ingresaron nuevos pobladores blancos. Provienen de los reinos aragoneses y no de Castilla,

Extremadura o Andalucía como los de tiempos iniciales. Estos nuevos criollos se orientan hacia el comercio y la minería, son catalanes como los Viladerbó, los Xatruch, los Guardiola, o italianos como los Morazán y los Ferrari. Se promovió la inmigración de familias españolas. Un regular contingente fue asentado en la región de Santa Bárbara; el hecho de venir constituidos en familia y ser ubicados en la zona rural les permitió conservar sus características de población blanca, si bien campesina.

 Siglo XIX

De 1812 a 1814 y de 1820 a 1821, durante la vigencia de la Constitución de Cádiz, formó parte de la Provincia de Guatemala. En 1821, en vísperas de la independencia, las Cortes españolas erigieron la Provincia de Honduras, que en agosto de ese año instaló su propia Diputación Provincial, con sede en Comayagua.

 Período independentista y federal (1821-1838)

La noticia de que Guatemala había proclamado la separación de España el 15 de septiembre de 1821, la Diputación Provincial de Comayagua proclamó la independencia de Honduras de la Monarquía española el 15 de septiembre de 1821. Posteriormente Honduras pasó a formar parte del imperio mexicano de Agustín de Iturbide, hecho que duró hasta la formación de la República Federal de Centroamérica en 1823.

Inicio de la democracia en Honduras

Entre las figuras más relevantes de la historia centroamericana de la época federal figura el primer presidente electo democráticamente en Honduras, el abogado Dionisio de Herrera, en su gobierno que comenzó en 1824 se creó la primera constitución del país.

El general Francisco Morazán, Presidente federal de 1830 a 1834 y de 1835 a 1839, cuya figura encarna el ideal unionista centroamericano, el hondureño José Cecilio del Valle, redactor del Acta de Independencia suscrita en Guatemala el 15 de septiembre de 1821 y canciller de México en 1823,

Al poco tiempo, las diferencias sociales y económicas entre Honduras y sus vecinos regionales exacerbaron la áspera lucha partidista entre líderes centroamericanos y trajeron consigo el colapso de la Federación en 1838 - 1839. El Gral. Francisco Morazán —un héroe hondureño nacional— condujo los esfuerzos fracasados para mantener la federación. Restaurar la unidad centroamericana fue el objetivo oficialmente indicado como principal en la política exterior hondureña hacia el final de la Primera Guerra Mundial.

Honduras se separó de la Federación centroamericana en octubre de 1838 y se convirtió en Estado soberano e independiente.

 Período democrático entre 1838 a 1900

Sin embargo, en los decenios de 1840 y 1850 participó en varios intentos por restablecer la unidad centroamericana, que no dieron resultado, tales como la Confederación de Centroamérica (1842-1845), el pacto de Guatemala (1842), la Dieta de Sonsonate (1846), la Dieta de Nacaome (1847) y la Representación Nacional de Centroamérica (1849-1852).

Posteriormente adoptó el título de República de Honduras. No obstante, el ideal unionista nunca se abandonó, y Honduras fue uno de los países centroamericanos que procuraron con mayor interés el restablecimiento. En 1840 Comayagua era la capital de Honduras, luego fue trasladada a Tegucigalpa en 1880.

En el siglo XIX se proyectó la línea de ferrocarril desde la costa caribeña a la capital, pero agotó su presupuesto cuando alcanzó la ciudad de San Pedro Sula, por lo que se convirtió así San Pedro en el principal centro industrial y la segunda ciudad más grande. Desde la independencia, casi 300 pequeñas rebeliones internas y guerras civiles se han dado en el país, también algunos cambios del gobierno.

 Siglo XX

El país tradicionalmente careció tanto de una infraestructura económica como de integración social y política. Su economía basada en la agricultura vino a ser dominada en este siglo por compañías estadounidenses que establecieron enormes plantaciones de plátano a lo largo de la costa del norte. En el siglo XX se desarrollaron los cultivos de la tierra, viene la transnacional Standard Fruit Company para desarrollar la siembra del banano, comienza la migración del campo a la ciudad.

El capital extranjero, la vida de plantación, y la política conservadora dominaron Honduras desde el tardío XIX hasta mediados del siglo XX. Durante los años relativamente estables de la Gran Depresión, el general autoritario Tiburcio Carias Andino controló Honduras. Sus lazos con dictadores de países vecinos y con compañías de plátano estadounidenses le ayudaron a mantener el poder hasta 1948. Para entonces, los líderes provinciales militares habían comenzado a ganar el control de los dos partidos principales, los Nacionalistas y los Liberales.

 Gobierno democrático de Ramón Villeda Morales

En el panorama político hondureño, la experiencia democrática del gobierno del Presidente Ramón Villeda Morales, quien gobernó entre los años 1957 y 1963, representa un corto pero importante momento para la democracia. En mayo de 1953 Villeda Morales presenta a la Convención de su Partido dos documentos eleborados por su equipo de trabajo: Los nuevos "Estatutos" y la actualización del "Programa Ideológico" del Partido Liberal de Honduras.

El Partido Liberal obtuvo un triunfo rotundo en las elecciones municipales de 1953. La Convención del Partido Liberal de Honduras proclamó la candidatura de Ramón Villeda Morales para la Presidencia de la República. Villeda Morales obtuvo una nueva y resonante victoria en las elecciones presidenciales de octubre de 1954, pero la misma se hizo aparecer como relativa. El Congreso Nacional, que debía conocer el resultado de las elecciones, por el fraude electoral, no se instala. Los diputados partidarios del ex dictador Tiburcio Carias Andino rompieron el quórum constitucional. El vice presidente, Julio Lozano Díaz asumió el poder. Expulsó del país a Ramón Villeda Morales, Oscar A. Flores Midence y a los hermanos Francisco y Juan Milla Bermúdez, entre otros.

El dictador Julio Lozano Díaz fue derrocado por el ejército y se instaló una Junta Militar de Gobierno bajo la jefatura del coronel de aviación Héctor Caraccioli. El panorama político cambió: los presos salieron de las cárceles, los desterrados regresaron a Honduras.

Villeda Morales acepta el cargo de Embajador ante el Gobierno de los Estados Unidos de América en Washington y ante el Consejo de la Organización de Estados Americanos. Allí permanece hasta el 26 de agosto de 1957, en virtud de la convocatoria a elecciones de la Junta Militar de Gobierno. Nuevamente gana el Partido Liberal. La Asamblea Nacional Constituyente ratifica la victoria electoral de Villeda Morales en 1954 y lo elige Presidente de Honduras.

El gobierno liberal de Villeda Morales fue de integración y conciliación nacional. El poder Legislativo y el Poder Judicial fueron integrados en forma equitativa, de acuerdo con los resultados de unas elecciones libres y honestas. A pesar del reclamo de los liberales de ejercer cargos públicos que habían sido detentados por la oposición durante los últimos 25 años, el Presidente Villeda Morales incluyó en el Poder Ejecutivo miembros honorables y capaces del partido de oposición. A esta forma de gobierno la llamaba "el imperativo de la integración democrática".

La obra de gobierno fue amplia: Una Constitución de la República que incorporó la inviolabilidad de la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos; se incluyó por primera vez la garantía de alternabilidad en el ejercicio de la presidencia. La legislación social incluyó:

  • El Código del Trabajo,
  • La Ley de Reforma Agraria,
  • Ley de Seguridad Social,
  • Ley de Emisión del Pensamiento,
  • Ley de Fomento Industrial.
  • Infraestructura vial, electrificación y construcción de la primera central hidroeléctrica de Río Lindo.
  • La educación y la construcción de centros escolares fue prioridad del gobierno.
  • La protección de la maternidad y la construcción de hospitales y centros de salud reflejó un incremento sustancial comparado con los gobiernos anteriores.

El gobierno de Villeda Morales terminó por un cuartelazo el 3 de octubre de 1963, a escasos días de que terminara su mandato, cuando ya se encontraban en el país miembros de la Misión Técnica Electoral que había designado la Organización de Estados Americanos para supervisar las elecciones presidenciales. Villeda Morales nuevamente fue desterrado hacía Costa Rica, donde el día que legalmente terminaba su mandato, el 21 de diciembre de 1963, hizo entrega simbólica del poder en la sede de la Embajada de Venezuela.

El último servicio que Villeda Morales le brindó a su patria fue haber aceptado la representación de la Misión Permanente de Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas. La propuesta fue hecha por el Partido Nacional de Honduras, su tradicional adversario político.

Villeda Morales falleció en Nueva York el 8 de octubre de 1971, a la edad de 63 años. Sus restos mortales fueron llevados a Guatemala en un avión de la Fuerza Aérea Estadounidense y de Guatemala a Honduras por la Fuerza Aérea Hondureña. El pueblo hondureño, en reconocimiento de la proyección política y del gobierno democrático de Villeda Morales, desbordó las calles de Tegucigalpa el día de su sepelio.

Gobiernos militares (1963-1980)

Entre 1963 y 1980 los militares irrumpen en el gobierno formando las juntas militares eliminando el proceso democrático, desde 1980 a 2007 se ha mantenido el estado democrático.

El 3 de octubre de 1963, los militares conservadores se adelantaron a las elecciones constitucionales y depusieron a Ramón Villeda Morales, que estaba a punto de terminar su período, en un golpe de estado sangriento. La intención era prevenir que el Dr. Modesto Rodas Alvarado, candidato del Partido Liberal, ganara, pues era considerado el ganador de las elecciones un gran número de terratenientes y lacayos de las compañías bananeras de los Estado Unidos se le oponían. Estos oficiales desterraron a los miembros del Partido Liberal y tomaron el control de la policía nacional.

En julio de 1969 Honduras fue invadida por El Salvador en la Guerra del Fútbol.

Un presidente civil —Ramón Cruz, Nacional— asumió el poder brevemente en 1970, pero se demostró incapaz de manejar el gobierno como el jefe de las fuerzas armadas quería y fue depuesto sin mucho incidente. Honduras disfrutó de su crecimiento económico más rápido durante este período, debido a una mayor demanda internacional de sus productos y la disponibilidad de crédito comercial.

 Restablecimiento del estado democrático en 1980

Después del derrocamiento de Anastasio Somoza en Nicaragua en 1979 y con inestabilidad general en El Salvador, los militares hondureños, por presión de la administración de Jimmy Carter en los EEUU, aceleraron proyectos para devolver el país a la democracia. Una asamblea constituyente fue popularmente decidida en abril de 1980 y las elecciones generales fueron celebradas en noviembre de 1981. Una nueva constitución fue aprobada en 1982 y el gobierno del Partido Liberal del Presidente Roberto Suazo Córdova tomó el poder. Una elección que gano por la popularidad del Dr. Modesto Rodas Alvarado, que desafortunadamente falleció el 9 de julio de 1979. Cuando los esfuerzos iniciales a retornar el país a una democracia, el Partido Liberal era liderado por Dr. Modesto Rodas Alvarado, a quien se le consideraba que seria el próximo candidato presidencial con Suazo Córdova como vice presidente.

Suazo Córdova, abandonando los fundamentos de la política Rodista, se confió en el apoyo estadounidense para ayudarles con una severa recesión económica y con la amenaza planteada por el gobierno Sandinista revolucionario en Nicaragua y una guerra civil brutal en El Salvador. La cooperación cercana sobre cuestiones políticas y militares con los Estados Unidos fue complementada por ambiciosos proyectos de desarrollo social candidatos a presidente. El Partido Liberal reclamó la victoria cuando sus candidatos al presidente colectivamente vencieron al candidato del Partido Nacional, Rafael Leonardo Callejas, que recibió el 42% del voto. José Azcona Hoyo, el candidato que recibió la mayor parte de votos entre los Liberales (27%), asumió la presidencia en enero de 1986.

Con fuerte tracción Suazo había introducido la primera transferencia pacífica del poder entre presidentes civiles en más de 30 años. Cuatro años más tarde, Rafael Callejas ganó la elección presidencial, tomando posesión del cargo en enero de 1990. Callejas se concentro en la economía, reduciendo el déficit y tomando medidas para tratar con una tasa de cambio supervalorada y eliminando barreras estructurales a la inversión. Él comenzó el movimiento para colocar a los militares bajo el control civil y puso el trabajo preliminar para la creación del Ministerio público (la oficina del Ministro de Justicia).

A pesar de las reformas económicas de la Administración Callejas, la insatisfacción pública por el coste de la vida y por la corrupción aparentemente extendida del gobierno condujo a los votantes en 1993 a elegir por un 56% del voto al candidato del Partido Liberal, Carlos Roberto Reina, venciendo al candidato del Partido Nacional, Oswaldo Ramos Soto.

El presidente Reina, encabezando una plataforma que pide "una Revolución Moral," persigue activamente a la corrupción y a los responsables de la violación de los derechos humanos en los años 1980. Él creó un ministerio de Justicia moderno y una policía investigadora. Fue el principio real de institucionalización de la ley en Honduras.

El sello de Reina era su esfuerzo acertado para aumentar el control civil sobre las fuerzas armadas, generando un período de cambio fundamental en las relaciones entre civiles y militares en Honduras. Los logros importantes - incluso la abolición del poder militar y el traspaso de la legislación que transfiere la policía nacional de militares a autoridad civil- han acercado las relaciones civiles y militares a un equilibrio normal en una democracia constitucional. Además, el Presidente Reina en 1996 nombró a su propio Ministro de Defensa, rompiendo el precedente de aceptar al candidato de las Fuerzas Armadas.

Reina restauró la salud fiscal en Honduras. Después de un principio complicado en 1994-95, la administración de Reina aumentó considerablemente las reservas internacionales netas del Banco Central, redujo la inflación al 12,8% anual, restauró un sano crecimiento económico (aproximadamente el 5% en 1997) y redujo los gastos más importantes para conseguir un 1,1% de déficit del sector público no financiero.

Carlos Roberto Flores Facusse tomó posesión del cargo el 27 de enero de 1998, siendo el quinto Presidente hondureño decidido democráticamente, ya que las elecciones libres fueron restauradas en 1981. Como tres de sus cuatro precursores, incluso su precursor inmediato, Flores es miembro del Partido Liberal. Él fue elegido con un 10% de margen sobre su opositor principal - Nora de Melgar, candidato del Partido Nacional - en elecciones libres, justas y pacíficas el 30 de noviembre de 1997. Estas elecciones, probablemente las más limpias en la historia hondureña, reflejaron la madurez de las instituciones democráticas de Honduras. Al tomar posesión del cargo el 27 de enero de 1998, Flores inauguró programas de reforma y modernización del Gobierno hondureño y de la economía, con énfasis en la ayuda a los pobres de Honduras, manteniendo la salud fiscal del país y mejorando el espíritu competitivo internacional.

En octubre de 1998, el Huracán Mitch devastó Honduras, dejando a su paso a más de 5.000 personas muertas y 1,5 millones de desplazados. Los daños sumaron casi 3 mil millones de dólares. Las ayudas internacionales sirvieron para asistir en la reconstrucción de las infraestructuras del país; mediante el Proceso denominado de "Auditoría Social" conducido por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, (Ombudsman) sobre la base de una sistemática investigación y las pruebas sustentadas quedo seriamente cuestionada la transparencia del uso de la ayuda internacional por parte del Gobierno, durante la catastrofe.

 Deuda externa

Durante el gobierno del general Carias fue cancelada completamente, debido a esto fue presionado por los Estados Unidos para que renunciara de su dictadura.

La historia de la deuda externa de Honduras es la siguiente:

En los años setenta varias personas con conocimiento de situaciones similares en otros países se organizaron y pidieron préstamos a los bancos para “cultivo de tierras”, robando millonarias cantidades con la excusa de que era para desarrollar Honduras. En esa década se podían comprar viviendas (con tres cuartos, sala, comedor, cocina, baño, patio y área verde), pagando 40 lempiras (20 dólares) mensuales durante aproximadamente 10 años, los cuales se pagaron sin ningún problema por todos.

Luego, con la devaluación, el dólar valía más y el lempira menos, pero la devaluación no afectaba el pago de estas casas ya que el dinero se pagaba en lempiras.

El dinero robado o fue ahorrado en bancos extranjeros o se usó para:

  • Crear negocios en el país.
  • Ahorrar el dinero robado en dólares, ya que sabían que en pocos años se devaluaría (desde 2 lempiras por dólar hasta casi 20 lempiras por dólar) y así su ahorro se multiplicaría.

Hoy en día únicamente la clase alta puede comprar casas.

Quiebra de bancos: en los años noventa muchas personas (mayoritariamente políticos) pidieron préstamos a los bancos y provocaron la quiebra de varios, a sabiendas de que no los mandarían a la cárcel ya que quienes hicieron esto estaban apoyados por personas en el gobierno. Entonces el gobierno tuvo que pagar (a costillas del pueblo) 3200 millones de lempiras, de los cuales solamente recuperaron 500 millones y no mandaron a nadie a la cárcel.

Ese dinero producto del robo al pueblo fue luego invertido en empresas de energía térmica, mientras evitaban la creación de represas hidroeléctricas, las cuales cobraban energía, que muchas veces ni era producida, cobrando 6 a 8 veces el costo real de la energía suministrada al pueblo, desde 1995 hasta 2007 los cobros han subido hasta 6 veces, si antes las personas gastaban 100 lempiras ahora pagan 600 lempiras por consumo de electricidad.

El fruto de todo esto fue que todo subiera de precio (impulsado también por el aumento al costo del petróleo y por ende el costo de las materias primas) mientras el salario valía cada vez menos, obligando al pueblo a endeudarse para poder comer, ahora los bancos ganan hasta un 80% de interés por los préstamos que hacen al pueblo, siendo esto una mina de oro para ellos. Hoy en día una casa cuesta entre 200 y 500 mil lempiras, inaccesibles para la clase pobre y media. [[Archivo:ce632b89fcd04f3a[1]]]

 Siglo XXI

Del año 1998 al año 2002 gobernó democráticamente Carlos Flores. En el año 2001 gana las elecciones Ricardo Maduro quien gobernó el país por cuatro años y dejo muy baja la deuda externa, en el año 2005 gana las elecciones Manuel Zelaya, quien gobernó desde 2006 hasta el 28 de junio del 2009, que fue expulsado por las Fuerzas Armadas, y sacado del país hacia Costa Rica, en lo que se es considerado un golpe de estado político-militar. Lo sustituyo el presidente golpista del congreso, Roberto Micheletti quien se mantuvo en el poder hasta dias antes del 27 de enero. El ganador de las elecciones Pepe Lobo asumió la presidencia el 27 de enero del año 2010 con la negativa de la comunidad internacional. Poco a poco está recibiendo el vistobueno de la comunidad internacional.

 Sociedades prehispánicas en el siglo XXI

Las primeras sociedades que habitaron Honduras desde hace más de diezz mil años han dejado un gran legado cultural, tienen su propio lenguaje, música, fuente de subsistencia, muchas de ellas viven en sus hábitats originarios preservando así su cultura, existen varias etnias en Honduras prehispánicas en Honduras, algunas de ellas son las siguientes:

En la actualidad los pueblos aborígenes en Honduras siguen siendo excluidos para quitarles sus tierras, por su precio, su madera, ríos, petróleo, etc. son ignorados por la sociedad, quienes les niegan cualquier ayuda, incluso se les niegan los títulos de tierras que legalmente les pertenecen por estar aquí antes de que existiera Honduras.

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